domingo, 17 de enero de 2010

Cuando los hijos fallan.

No son pocos los matrimonios de personas creyentes que tienen que ver y vivir la verguenza en y por los hijos. ¿De quién es la culpa? El caso de Elí con sus hijos nos ilustra uno de esos ejemplos, no necesariamente es el patrón, pues Caín y Abel, se supone que fueron criados en forma similar, y uno resultó asesino mientras el otro resultó ser un adorador.

En el caso de Elí, Dios, cuando conversa con Samuel (1era. Samuel 3:11-12) le dice: "He aquí YO haré algo en Israel, que a quien la oyere le reteñirán los oídos, en aquél día YO cumpliré contra Elí todo lo que te he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin, porque YO le mostraré que YO juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe, porque sus hijos han blasfemado contra Dios, y él no los ha ESTORBADO. ¿Quienes fueron los que pecaron? Los hijos de Elí, pero, ¿A quién culpa Dios? a Elí, al padre, ¿Por qué? Por no haberlos estorbado o corregido. Es la obligación de los padres mantener materialmente a los hijos, pero también es obligación de los padres instruir a los hijos, especialmente en lo que se refiere a lo espiritual.

No podemos creer que es el Estado, puesto que pagamos impuestos, el obligado a educarlos en lo espiritual; no podemos creer que es la Escuela, solamente porque la pagamos puntualmente; no podemos creer que es la sociedad, solamente porque pertenecemos y convivimos con ella. Somos los padres los encargados de educar a nuestros hijos en los caminos de Dios. Y, somos los padres los primeros en recibir los frutos de lo que bueno que ellos hagan, o los primeros en pasar la verguenza si ellos salen problemáticos. Que cada hijo tiene su responsabilidad, perfecto, eso fue lo que pasó con Caín y con Ofni y Finees, pero tanto Adán como Elí, fueron los que pasaron la verguenza de tener hijos problemáticos, cuyos malos quehaceres en algún momento... no fueron estorbados. Cuando un hijo se desvía, la solución es estorbarlo, o el pecado será tanta culpa de él como nuestra.