viernes, 5 de junio de 2009

Bendeciré al que te bendiga, pero maldeciré al que te maldiga.

Hace aproximadamente cuatro mil o cuatro mil doscientos años, Dios "escogió" de entre los pueblos idólatras (vea Josué 24:2), a un hombre llamado "Abraham" para ser la base de un pueblo que sería "escogido" de y para EL, ese pueblo sería llamado ISRAEL. La historia la vemos en Génesis 12, y allí podemos leer cómo Dios le promete bendecirlo y bendecir a quienes lo bendigan, pero también promete maldecir a quienes lo maldigan (ver capítulo 12 verso 3). En esa misma època promete Dios darle una "tierra", la tierra de Canaán, la cual de "ese" tiempo en adelante sería llamada "La Tierra prometida".

Dice el Salmo 24:1 que: "De Jehová es la tierra y todo lo que en ella habita", en otras palabras Dios es dueño de todo y de todos, lo que significa que es EL quien decide qué, cómo, cuándo, a quién y en dónde da algo. Y fue EL, el dueño de la tierra quien decidió darle a Israel la tierra del Medio Oriente, por lo tanto todo gobernante o todo pueblo que se oponga a ese principio, se está oponiendo a Israel, y todo el que se oponga a Israel se opone a Dios. En otro sentido todo pueblo y todo gobernante que esté a favor de Israel, estará a favor de Dios. Tenemos qué entender que no se trata de principios humanos, que no se trata ni de política interior ni de política exterior, que no se trata de democracias, sino se trata de entender que, creamos o no creamos en Dios, vivimos bajo principios TEOCRATICOS y por lo tanto tenemos, querramos o no, que sujetarnos a lo que Dios dispone como dueño de todo y de todos.

Existe una profecía escrita en Zacarías 14:1-5 en la cual vemos cómo en el final de los tiempos todos los pueblos estarán en contra de Israel, irán a la guera en contra de ese pueblo. Al principio creerán que la victoria les pertenece, pero muy pronto serán destruidos en su totalidad, dicha profecía está más pronto de lo que creemos en cumplirse. Y si usted cree que no, solamente lea los profetas mayores y verá que todos los pueblos que han estado en contra de Israel durante todos los tiempos, han sido o están siendo destruidos. Cuidémonos de no estar en contra de Israel pues es estar en contra de Dios.