viernes, 10 de julio de 2009

Señor ¿Cuándo hicimos eso contigo?

Cuando Jesús estaba advirtiendo de su segunda venida a los judíos, les habla con una parábola en Mateo 25:31 y lo hizo de ésta forma: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con EL, se sentará en su trono de gloria, se reunirán delante de EL todas las naciones, y apartará los unos de los otros como el pastor aparta a las ovejas y a los cabritos, y pondrá a las ovejas del lado derecho y a los cabritos del lado izquierdo, a las ovejas bendecirá y los cabritos maldecirá para siempre".

En ese relato que termina en el verso 46, les explica que ambos grupos están en donde están porque es lo que se han "ganado", y ambos grupos preguntarán con toda la lógica del caso del por qué o el cuándo se lo ganaron. La respuesta de Jesús no podía ser más clara: ¿Se recuerdan cuando vieron a aquél hambriento, se recuerdan cuando vieron a aquél sediento, se recuerdan cuando vieron a aquél prisionero, se recuerdan cuando vieron a aquél desnudo, se recuerdan cuando vieron a aquél enfermo? Bueno, pues las ovejas me saciaron a mí cuando saciaron a aquellos, pero las cabritas en lugar de saciarme a mí por aquellos se saciaron así mismos cuando los ignoraron.

Hoy, es cuando podemos hacer los méritos para calificar como ovejitas o como cabritos, hoy es el día en que podemos ir y darle de comer al hambriento, de tomar agua al sediento, de vestir al desnudo, de visitar al enfermo, de visitar al prisionero. Esas son las obras que acompañarán a nuestra fe, y las que diferenciarán a las ovejas de los cabritos cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria a juzgar a vivos y muertos.