martes, 7 de julio de 2009

¿Cómo seremos consolados en el tiempo del fin?

Jesús dijo en Mateo 24:37 que sería como en los tiempos de Noé. Si vamos al libro de Génesis en los capítulos 7 y 8 vemos la historia de Noé. Noé estaba rodeado de mucha presión, estaba rodeado de una crisis horrible de principios morales y espirituales, mucho más crítica que la crisis moral, espiritual, y económica a la que estamos nosotros siendo sometidos. Noé llevó el oprobio por 120 años que fue el tiempo que duró la construcción del Arca.

Se imagina usted la escena: Un hombre se pone a construir un barco a más de cien kilómetros de distancia del mar; se la pasa diciendo que viene un dilubio enorme, cuando la gente nunca había visto tan siquiera llover; se pone a juntar comida como para un batallón y son solamente siete personas las suben al barco; no descansa un sólo día durante más de cien años por pura fe. Uno se pregunta ¿Qué podía pasar por la mente de las gentes que miraban a Noé día a día durane esos ciento veinte años? Lo mismo que pasa por la mente de los que nos miran hoy a nosotros, pregonando la justicia de Dios.... ESOS ESTAN LOCOS, ESTAN DESPERDICIANDO SU VIDA. Con lo alegre que es salir a parrandear los viernes, con lo rico que se siente ganar dinero fácil, con lo placentero que es vivir mi vida y que los demás miren cómo salen. Exactamente lo mismo que hoy, seguramente, fue hace cuatro o cinco mil años con Noé.

¿Pero cómo nos vendrá a nosotros el consuelo? Como le llegó a Noé... MILAGROSAMENTE. Lo vemos en Génesis 7:13 y16: Noé entró al arca en el "mismo día" con Sem, Cam y Jafet sus hijos, su esposa y las esposas de sus hijos (en otras palabras en familia)... y JEHOVA LE CERRO LA PUERTA. Allí estuvo el milagro, la puerta del arca era tan grande (sino no entraban las jirafas, los elefantes, los rinocerontes, etc.) que Noé "no podía cerrarla", fue milagrosamente que se cerró. Así, siete días después de que Noé entró al arca la puerta se cerró milagrosamente, y todos los que no entraron murieron.