martes, 12 de enero de 2010

¿En dónde estuvo el éxito de Rut?

El éxito de Rut no estuvo en ser inteligente, en ser astuta, ni siquiera en ser perseverante o emprendedora, solamente estuvo en "escuchar y ser obediente". Cuando Noemí le da instrucciones, ella escucha y luego las sigue al pie de la letra. Noemí le dice qué tiene que hacer y cómo hacerlo, y Rut responde: "Haré TODO lo que tú me mandes" (Rut 3:5).

El total éxito o el total fracaso en los caminos a los que nos enfrentamos en la vida, se debe en mucho, a escuchar o no escuchar consejos o directricez, y por supuesto, a llevarlos a cabo. Como un ejemplo práctico de esto, podemos contar cómo nuestra bisabuela Sofía se dedicaba a hacer quesos con la leche de su hato lechero hace un poco más de cien años, en su momento le enseñó la técnica a la segunda generación, ésta a su vez se la enseñó a la tercera generación, y ésta a su vez nos lo enseñó a nosotros, la cuarta generación. Déjenos decirle que cuando se siguen las instrucciones los quesos salen excelentes, pero, si usted varía un poco la cantidad de cuajo, el tiempo de cuajado, la temperatura de la leche, y es más, la sal agregada, o deja que la temperatura exterior influya más de lo que se debe en dicha cuajada... el queso ya no sale y usted echa a perder todo. Usted debe seguir TODAS las instrucciones para sacar un queso de calidad. Y esto, hablando de algo material ahora imagínese lo que sucede en el plano espiritual cuando no se siguen las instrucciones, y TODAS.

¿Cuál fue el fruto de Rut por seguir todas las instrucciones de su suegra Noemí? En el plano material veamos: El respeto de un pueblo que no era su pueblo; consiguió un marido que la honró; fue fructífera; y bendijo a otras personas. Y en el plano espiritual, pues fue ni más ni menos una de las bisabuelas del Rey David, y por ende una de las bisabuelas lejanas del Hijo de Dios hecho hombre, Jesús (Rut 4:14-21).