jueves, 18 de junio de 2009

Ministerios silenciosos.

Entre el conglomerado de personas que somos los seguidores de Cristo, en más de alguna ocasión hemos pensado en dedicarnos de lleno a predicar la Palabra de Dios. Las circunstancias son diferentes para cada quien pero en general no deja de pasar esa idea por la mente de la mayoría de personas. Al menos esa ha sido nuestra experiencia, y muchos de los que fueron compañeros nuestros en el Instituto Bíblico nos lo prueban, aunque al final, de todos los que nos graduamos solamente unos cuántos dirigen alguna congregación.

Sin embargo, los otros desarrollamos ministerios que nos gusta llamar silenciosos, pues son aquellos que aunque hacen obra dentro del pueblo de Dios, no son ni famosos ni pomposos. Pero siguen siendo igual de valiosos a los ojos de Dios. Hoy queremos compartir uno de ellos: Con los recientes terremotos que hubo en Honduras y El Salvador, una pared de la entrada de nuestra casa se doblegó de tal manera que estuvo a punto de caer, por lo que en éstos días decidimos tirarla antes de que causara un accidente mayor. No pensamos que fuera a salir tanto ripio, por lo que tuvimos que contratar un camión fletero para que lo sacara. Cuando fuimos a supervisar la extracción del ripio pudimos observar algo impresionante, el dueño del camión trabaja con su esposa y sus tres niños (10,8 y 6 años, la de 6 es una niña), y, mientras con la pala los niños suben los trozos de ripio a la palangana del camión, la mamá los hace contar 1,2,3,4,5,6,7,8,9 y 10 paladas. Al llegar a 10, inicia 9,8,7,6,5,4,3,2 y 1 paladas; luego la siguiente palada es A,E,I,O,U para regresar O,I,E,A en las otras cuatro. En pocas palabras la mamá es la maestra.

No podíamos dejar de contarles esto, pues para nosotros es un ministerio silencioso. Todos trabajan felices, todos cantan juntos, todos trabajan juntos, todos aprenden juntos, todos comen juntos. El camión que tienen es un camión de voltero (para los que no lo saben son aquellos camiones de palangana de metal que con una palanca hidráulicamente voltean la palangana y tiran lo que lleven sin necesidad de volver a palear uno mismo), su costo es de alrededor de $ 25,000 (dólares) pues es usado pero no lo deben. Bonito ministerio, silencioso pero bonito ¿No le parece?