domingo, 3 de mayo de 2009

¿Qué dejaremos al partir?

Todos tenemos que dejar éste mundo tarde o temprano, decía uno de nuestros abuelos: "El que mucho ha vivido, poco le falta". Bueno, el hecho es que debiéramos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué le dejaremos a nuestras futuras generaciones al partir?. Será que dejaremos una finca o una casa tan grande, que será el orgullo de muchos hasta que un insensato en la familia la pierda, o un mal gobierno la arrebate. Será que dejaremos tanto dinero que muchos de los nuestros, no habiéndo hecho nada por adquirirlo, vivaán mejor que nosotros a costa de nuestro trabajo.

Desde el punto negativo, dejaremos tan endeudados a nuestros familiares que literalmente se acordarán de nosotros por muuucho tiempo. Dejaremos detrás de nosotros un testimonio tan malo, que cuando alguien le pregunte a un nuestro pariente si lo somos, dudará en responder. O, por el contrario dejaremos un legado del cual nuestros descendientes podrán echar mano no sólamente en la material sino también en lo espiritual. Jesús dijo: "No os hagáis tesoros aquí en la tierra, en donde los ladrones minan y hurtan, y donde el óxido destruye todo cuanto toca" (Mateo 6:19-20).

Cuando Abraham murió, nos dejó la lección de construir altares; cuando Jacob murió, nos dejó la lección de hacer pozos; cuando David murió, nos dejó la lección de alabar a Dios; cuando Job murió, nos dejó la lección de confiar en Dios plenamente; cuando Pablo murió, nos dejó las Epístolas como un testimonio del cambio de vida que una persona puede llegar a tener al tratar personalmente con Cristo; cuando Jesús murió, nos dejó Su cruz para que la siguiéramos y algún día moremos en donde EL mora con el Padre. ¿Qué le dejaremos nosotros a los nuestros?