lunes, 2 de marzo de 2009

¿Por qué en ocasiones somos estorbados?

No pocos somos los que nos hemos sentido frustrados porque hemos tratado de hacer algo y no lo hemos podido hacer cuando queríamos, o quizás, hasta ahora no lo hemos logrado después de haberlo procurado por décadas. La frustración es lógica y natural, pues vemos con profunda tristeza que nosotros que queremos no podemos, y muchos que pueden, simplemente no quieren
hacerlo.

"Todo tiene su tiempo en ésta vida" dijo el sabio Salomón en Eclesiastés 3.1, y vemos a travéz de la Escritura que eso se cumple. Pablo dice en Romanos 1:13 que: "muchas veces había querido ir a ver a la iglesia de Roma, pero que el Espíritu se lo había estorbado", en ese momento Pablo no lo entendía pero el estorbo era porque allí le esperaba la muerte, y Dios quería que antes de morir hiciera algo, por eso era estorbado.

Pedro cuando habla en Judea acerca de cómo descendió el Espíritu Santo sobre los gentiles así como en los judíos dice: ¿Quiénes somos nosotros para estorbar a Dios? (Hechos 11.17). La lección es que muchas veces somos estorbados de hacer algo, de ir a algún lado o de realizar nuestros sueños simple y sencillamente porque eso estorba los planes de Dios.