sábado, 3 de enero de 2009

Un varôn y una mujer Levitas

Inicia la historia del aparecimiento en escena de Moisês, desde el momento en que Dios une a un hombre y a una mujer "con la misma visiôn", con la "misma meta", con la misma "cultura espiritual", pues señala muy certeramente la elecciôn de un varôn y una mujer de la "misma tribu", los Levitas, como sus padres (ver Exodo 2:1). Los Levitas era la tribu sacerdotal de los Judîos, razon por la cual la asignaciôn de los matrimonios debîa de ser mâs estricta que con la otras tribus, pero siempre era un patrôn a seguir para todo el pueblo Judîo, esto ya lo vimos con la elecciôn de Rebeca en Gênesis 24:4.

Era recomendaciôn de Dios que nadie Judîo se casara con mujeres u hombres de otros pueblos, por ello fue que se causô el Diluvio en Gênesis 6, ya que los otros pueblos no tenîan la misma visiôn, la misma meta, la misma cultura espiritual que el pueblo de Israel y resultaron contaminandolos. Y, quienes tenîan que cumplir a plenitud êsta norma eran especîficamente los levitas como sacerdotes que eran (ver Levîtico 21:9).

¿Cuâl es la lecciôn para nosotros hoy en dìa? No debiêramos de permitirnos matrimonios entre personas que no tengamos la misma tendencia religiosa o espiritual, porque no se tendrâ la misma visiôn, no se tendrâ la misma meta, no se tendrâ la misma cultura espiritual, y tarde o temprano se tendrân confrontaciones, y quienes mâs lo van a sufrir son nuestros hijos. Solamente imaginêmonos que los padres de Moisês no hubiesen estado de acuerdo en llevarlo a esconder al rîo, eso, hubiese significado la muerte de Moisês.