En esa última noche el sermón de Jesús, el cual a nuestro humilde juicio, siempre hemos considerado como el "testamento hablado de Jesucristo", oró en éstos impresionantes términos: "Padre, la hora ha llegado, glorifica a tu Hijo para que también tu Hijo te glorifique a tí, porque le has dado potestad para que de vida eterna a todos los que le diste... de los cuales ninguno se ha perdido sino tan sólo el hijo de perdición (Judas), porque la vida eterna es que te conozcan a tí el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado...mas NO TE RUEGO SOLAMENTE POR ESTOS, SINO TAMBIEN POR LOS QUE HAN DE CREER EN MI POR LA PALABRA DE ESTOS" (ver Juan 17:1,2 y 20).
Qué amor, qué corazón el de Jesús... Padre LA HORA HA LLEGADO... la misión, la tarea, el oficio al que me enviaste YA ESTA HECHO... ahora, no solamente te pido por éstos 11 sino por todos los que creerán en el futuro por medio de las palabras de éstos... Porque la vida eterna es eso: CONOCERTE. Con razón el día siguiente cuando estaba crucificado y muriendo exclamó: PADRE, TODO ESTA CONSUMADO. No nos cansamos de repetir y de agradecer a Jesús el Cristo, la inmerecida oportunidad que nos dió de la vida eterna... conocer algún día en persona a Dios Padre.
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